Vainilla

La vainilla es el fruto de una orquídea trepadora cuyo aroma ya era apreciado en el México precolombino.

Su aroma guarda mucha afinidad con el chocolate, el café y resulta deliciosa mezclada con lácteos.

Para disfrutar de su delicado sabor, hay que abrir la vaina longitudinalmente y cocerla en leche o dejarla infusionar en cualquier otro líquido para que las semillas suelten su aroma.

Es la reina de los aromas pasteleros. Utilízala en postres caseros de todo tipo como galletas, bizcochos, cremas, flanes, natillas, helados, bebidas dulces o licores y cócteles. También en recetas saladas, como los huevos revueltos con vainilla. ¡Hasta para la salsa de tomate o para darle un toque especial a la carne o el pescado blanco!

La vainilla natural se presenta en forma de palos negros y brillantes llamados “ramas” o «vainas» de unos 15 centímetros. Si puede enroscarse alrededor de un dedo sin quebrarse, es señal de que no está seca.

El precio de la vainilla natural es debido al minucioso trabajo que conlleva su elaboración pero con poca cantidad su aroma cunde muchísimo.