«¿Dónde ha estado esta ensalada toda mi vida?»

Te lo vas a preguntar, si es que aún no la has probado.

Porque la Waldorf no es cualquier ensalada: pertenece a ese club exclusivo de ensaladas que poseen un nombre propio. En este caso, el nombre del hotel neoyorquino donde se empezó a preparar en 1893.

Un clásico de las ensaladas estadounidenses que no solo sigue de moda, sino que da mucho juego a la hora de reinterpretarlo.

La versión original se preparó con lechuga, apio, frutos secos, manzana y un aliño de mayonesa y limón. En Carmencita, hemos prescindido del apio fresco y lo hemos sustituido por nuestro aromático apio molido Carmencita. Y para darle un puntito picante al aliño hemos utilizado nuestro Molinillo de sal con pimienta y mostaza.

¡Te va a encantar! Porque es una ensalada fresca, jugosa, crujiente, dulce, salada… La lista de adjetivos es larguísima.