Pimienta negra molida
Siempre ahí, lista para sazonar tus platos
Es curioso.
Si lo piensas, la pimienta negra molida siempre ha estado ahí, acompañando a la sal en las mesas de los restaurantes del mundo entero.
Pimienta y sal. Sal y pimienta. Inseparables.
Tanto ha sido el tiempo que han pasado juntas, y tantos los platos que han sazonado, que existe un verbo creado solo para ellas. El verbo salpimentar.
Pero la pimienta negra posee una personalidad arrolladora. Y se las ha ingeniado para ganarle terreno a la sal, llegando incluso a sustituirla. ¿Tú también eres de los que ha dejado un poco de lado el salero para sazonar de manera más saludable con nuestra Pimienta negra molida?
Es comprensible. Porque, en Carmencita, hemos molido finamente sus granos. Con delicadeza. Para que su sabor picante esté lleno de profundidad y de mil matices.
Quizá con el tiempo la pimienta negra posea su propio verbo. Uno hecho justo a su medida. Un verbo que defina a la perfección ese movimiento de muñeca al espolvorearla para aromatizar tus platos.
¿Te apetece descubrir por qué nuestra Pimienta negra molida es diferente a otras que has probado?