Salsana 0 % sodio
Salsana 0 % sodio
Salsana 0 % sodio
Salsana 0 % sodio
Salsana 0 % sodio

Salsana 0 % sodio

2,99 €
00243
Peso Neto 100g
Medidas 11.8x4.5x4.5cm

 

Salsana sin sodio.

Ingredientes: cloruro potásico (E-508), L-lisina monohidrocloruro, potenciador del sabor (ácido glutámico E-620), secuestrante (tartrato monopotásico E-336i), antiaglomerante (dióxido de silicio E-551).

Valor Energético
0kJ/0kcal
Grasas
0.0g
Grasas saturadas
0.0g
Hidratos de carbono
0.0g
Azúcares
0.0g
Proteínas
0.0g
Sal
0.0g
Fibra alimentaria
0.0g

Formato Tarro cristal

Material Cristal

Especia Sal

Salsana 0 % sodio

Sustituye la sal sin renunciar al sabor

Los expertos coinciden: un exceso de sal perjudica la salud. 

Consumir demasiado sodio tiene muchos efectos negativos en la salud, entre ellos, en la presión arterial y, también, a nivel cardiovascular. 

Si ya te has concienciado a reducir tu ingesta diaria de sodio, debes saber algo importante. ¡En Salsana encontrarás la aliada perfecta que te ayudará a conseguirlo! 

El Departamento de Investigación y Desarrollo de Carmencita ha creado Salsana, la sustituta de la sal común con un 0 % de sodio. 

Salsana Carmencita está especialmente indicada para ti si lo que deseas es seguir una dieta baja en sodio sin renunciar al sabor que tanto te gusta en las comidas. ¡Es la manera más fácil de aportar sabor a tus platos a la vez que te cuidas!

Y tú, ¿ya lo tienes en casa?

Te gustará porque…

Salsana te permite reconciliarte con la sal: podrás volver a disfrutar salando tus platos con la tranquilidad de saber que tu salud no se verá perjudicada.  

Nuestra Salsana es la sustituta de la sal tradicional, es la sal que añade a tus platos el punto exacto de sabor que a ti te gusta.

Recomendaciones sobre Salsana

01.

Mantén Salsana en un sitio fresco, seco y alejado de la luz.

02.

¡No olvides reciclar el tarro de cristal! Así contribuirás a proteger el medioambiente.

03.

Utiliza Salsana para sazonar la comida una vez preparado el plato

04.

No olvides que Salsana Carmencita no es apta para hornear.

Atrévete a cocinar así…

Además de tener siempre a mano nuestra Salsana, también hay otros gestos con los que podrías reeducar tu exigente paladar para que no eche en falta el salero que has utilizado durante toda tu vida.

¿Te damos algunos ejemplos? 

  • Añade trufa, romero o hierbas provenzales en un frasco con aceite de oliva virgen extra. Obtendrás un delicioso aceite aromático con el que aliñar tus ensaladas. ¡No echarás de menos el pellizquito de sal que siempre añadías!
  • Utiliza el ajo en polvo o laminado en cualquiera de tus platos. La personalidad que posee el ajo añade potencia de sabor a tus recetas.
  • Usa azafrán en tus arroces, orégano en tus pizzas, curry en las pastas, romero y tomillo en tus carnes y pescados, laurel en tus salsas y estofados... ¡Es una manera saludable de añadir mucho sabor!
  • Esparce semillas de girasol, sésamo o lino en tus ensaladas, sopas, cremas...  ¡Donde te apetezca! Es una saludable manera de aportar otros sabores y un toque crujiente a tus platos. ¡Verás qué rico!

Consejos para una vida más saludable

Utiliza bien Salsana Carmencita: Salsana no sala tanto los alimentos como nuestra querida sal de toda la vida. Por esta razón, cuando empieces a utilizarla, lleva cuidado porque tenderás a ponerte bastante cantidad de Salsana en tus platos para alcanzar ese punto salado de la sal clásica... ¡Intenta controlar la cantidad de Salsana que utilizas! 

Si lo que quieres es reducir la ingesta de sal, no te limites solamente a sustituir la sal tradicional por Salsana. ¿Por qué no modificas también tu patrón dietético? Anímate a poner en práctica estos consejos:

  • Elimina de tu dieta los alimentos procesados. Salsas, sopas, kétchup, mayonesas... ¡Suelen esconder grandes cantidades de sodio! 
  • Aumenta el consumo de legumbres, frutos secos, verduras y frutas en tu dieta.
  • Lleva cuidado con los dulces procesados, también contienen mucha sal: el cacao soluble, las magdalenas, los cruasanes, los cereales...
  • Elige bien el agua mineral que bebes de forma habitual. ¡Comprueba que no tenga un contenido en sodio elevado!
  • Reduce el consumo de queso curado o semicurado, carne o pescado ahumado, paté, embutido, carne o pescado envasado, etc.
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