03 nov. 2025
Formar a los chefs del futuro, siempre comienzan abriéndoles la curiosidad. En las aulas del Basque Culinary Center, el aroma a especias se mezcla con la ilusión y la pasión de quienes han elegido dedicar su vida a la cocina. Hace apenas unos días, volvimos a Donostia para impartir una nueva formación a los alumnos de máster de esta prestigiosa institución. Una experiencia sensorial, didáctica y profundamente inspiradora que busca despertar una nueva mirada sobre el sabor. Y sobre el mundo de las especias, ingrediente fundamental en todas las cocinas.
Durante ellos días 27 y 28 de octubre, compartimos con los estudiantes del prestigioso centro vasco, tres bloques formativos complementarios. En el primero, les presentamos, de la mano de Montse, nuestra responsable de Calidad, cómo trabajamos en Carmencita: una empresa que viaja al origen de cada especia para seleccionar las mejores cosechas y colaborar con los productores locales. Les contamos por qué la calidad y la trazabilidad son el punto de partida de todo lo que hacemos y cómo cada bote de Carmencita encierra historia, oficio y pasión.
Después, nuestro compañero Aarón, experto en innovación sensorial, condujo una dinámica de análisis sensorial que invitó a los alumnos a explorar el papel de los cinco sentidos en la experiencia gastronómica.Descubrimos cómo cada uno de ellos interviene en la percepción de un plato y en la creación de emociones en el comensal. No se trataba solo de oler o probar, sino de comprender el sabor como un fenómeno complejo que une percepción, memoria y emoción.
En el tercer bloque, Alejandra, del Departamento de I+D, profundizó en el conocimiento de las especias: su origen, cultivo y proceso de deshidratación, junto con consejos culinarios para sacarles el máximo partido. Trabajamos con entre 15 y 20 variedades, desde el jengibre hasta la cúrcuma, pasando por la canela, el pimentón o la pimienta negra. Al final, cada estudiante elaboró un collage sensorial, una composición visual con las especias aprendidas, como síntesis creativa de la jornada.
Estas formaciones son parte de nuestro compromiso con la docencia, la investigación y la sensibilidad culinaria, una colaboración que mantenemos con el Basque Culinary Center varias veces al año. Creemos que formar a los cocineros del futuro no consiste solo en enseñar técnicas o recetas, sino en ayudarles a pensar el sabor con rigor, curiosidad y emoción.
Porque más allá de los fogones, lo que queremos transmitir -y lo que nos acompaña desde hace más de un siglo- es una idea que da sentido a todo lo que hacemos: que las especias no solo aportan sabor a los platos, sino también alma y significado a la cocina.