Carmencita, 100 años de calidad y pureza

En Carmencita, llevamos cien años garantizando la calidad y pureza de todos nuestros productos mediante:

1. Control en Origen.

Nuestro compromiso, garantizar la calidad de nuestras materias primas.

En Carmencita, nuestras especias recorren un largo viaje antes de llegar al consumidor final. Un viaje que nuestro orégano inicia en Bolivia, nuestra canela en Sri Lanka, nuestra pimienta en Vietnam,… y todo ello, controlado por nuestros compañeros nativos de cada zona.

 

2. Calidad total.

En Carmencita, viajamos hasta el origen para comprobar la trazabilidad de todo el proceso productivo y así, garantizar la calidad de todos nuestros productos, tanto en origen como en nuestra propia fábrica.

Nuestro Departamento de Calidad e I+D+i está formado por 28 personas que cada día trabajan para garantizar:

  • La calidad del producto: color, tamaño, peso, esencia, etc.
  • La pureza de nuestros productos. Certificamos que no existen ningún tipo de adulteraciones. 
  • La seguridad alimentaria. Aseguramos la inocuidad de todas nuestras materias primas.

A través de análisis microbiológicos y fisicoquímicos garantizamos cada una de las partidas de especias para entonces sí, pasar al proceso de molienda y envasado.

 

3. Fábrica: moliendas y envasado.

Una vez más, en nuestra fábrica nueva, la más grande y moderna de Europa, volvemos a realizar tres controles de calidad en el proceso de envasado analizando:

  • La materia prima
  • La molienda y nuestras mezclas propias
  • El producto acabado.

 

4. Legislación: certificados de garantía

Carmencita está auditada por la IFS Food, una norma internacional reconocida a nivel mundial por la GFSI que evalúa el cumplimiento de todos los procesos relacionados con la seguridad alimentaria.

La rigurosidad en el cumplimiento de estos 4 pasos nos permite asegurar al consumidor final la mayor garantía de calidad y pureza en todos y cada uno de los productos que compra de nuestra marca.

Una calidad que queda patente desde el momento en que se desprecinta cualquier producto de Carmencita. Un gesto sencillo pero significativo, al liberarse intensos aromas que confirman al instante que has elegido bien.