Cuando Baltasar llega a nuestra fábrica, además de su bandolera colgada al hombro también trae consigo algo que para Carmencita es muy valioso: su sonrisa.
Una sonrisa inagotable que se contagia con facilidad a cualquiera que se cruce con él por los pasillos.
Baltasar es el protagonista de este vídeo, pero cada día, en nuestra empresa, 14 personas con discapacidad atan un delantal a su cintura. Acomodan con cuidado su gorro. Lavan sus manos. Y se dirigen a su puesto de trabajo dispuestas a aportar sus conocimientos y habilidades.
En Carmencita, nos gusta destacar de ellas su enorme fuerza de voluntad y su increíble determinación a la hora de superar sus propios límites. Sin olvidarnos de su predisposición natural para trabajar en equipo.
Sin duda, sonrisas como la de Baltasar nos inspiran cada día.