La compañía de Novelda recibió esta semana el primer premio a la empresa centenaria en Forinvest y su presidente asegura que más que un nombre propio, la suya es “una historia de sabores y aromas”.
Hace ahora diez años, por su noventa aniversario, la empresa familiar Carmencita hizo llamar al periodista Juan Cruz para que cosiera en un libro los pormenores de una empresa que levantaron en Novelda el matrimonio formado por Jesús Navarro y Carmen Valero. «El era el emprendedor, pero la abuela era quien aglutinaba a toda la familia y a todos los empleados. Familia y empresa era todo uno y hemos mantenido siempre ese espíritu», cuenta Jesús Navarro, presidente de la compañía.
El libro, accesible desde la web de la empresa, contiene la prosa de Cruz entorno a la firma, pero también las aportaciones de la escritora María Dueñas, del crítico gastronómico José Carlos Capel y de consagrados cocineros como Carme Ruscalleda o Ferran Adrià.
«La base de nuestro negocio tiene tres fundamentos: la marca, la calidad y la Responsabilidad Social. La marca, el abuelo se encargó de crearla siendo un gurú del marketing, viendo que ‘si no eres una marca, serás una mercancía’. Cogió a quien tenía más cerca, que era su hija (y mi madre), le hizo una foto y ahí nació Carmencita», añade.
En aquella época hasta un centenar de mujeres de Novelda empaquetaban a mano los sobrecitos de azafrán y colorante, pero llegó la mecanización y con ella la posibilidad de sustituir al personal. Menos mano de obra, más rapidez en la ejecución, porque «cada máquina hacía el trabajo de diez mujeres, por lo que no hacían falta tantas, pero no despedimos a nadie. Diversificamos al resto de especias», rememora.
El segundo hito en su historia fue la venta del 50% del accionariado a la multinacional Ebro Puleva, lo cual les permitió pasar «de ser una empresa familiar de pueblo a una empresa con una estructura definida, con información cotizada porque Ebro cotizaba en bolsa. Pasamos de contables a directores financieros, de mecánicos a ingenieros… No hubo sinergias comerciales porque el azúcar era un monopolio, pero sí hubo el resto de sinergias», explica el presidente de Carmencita. Con Ebro llegó también a su gestión la marca de flanes Mandarín.
Operaciones
La compañía estuvo, al 50%, en manos de Ebro Puleva durante unos años, a raíz de la que asumió la marca de flanes Mandarín.
En 2003 recuperaron el control de la marca, vendieron Mandarín a Dr. Oetker y, 20 años después, la empresa familiar volvió a ser responsable de manera completa del proyecto.
Con esa suma de hitos en su biografía, asumen ahora otro nuevo: la celebración del centenario y la inauguración de la nueva fábrica, de la que presumen será la fábrica de especias más grande de Europa. Una planta de 27.000 metros cuadrados que actualmente está operativa al 40%, con la parte de producto terminado -mezcladoras y molinos- y también la de envasado.
En Novelda
En 2023 inauguran nueva planta de 27.000 metros cuadrados que actualmente está operativa al 40%
«El último salto ha sido la pandemia», reconoce el empresario, porque en el canal de hostelería y restauración (HORECA) tienen poca presencia, pero en las casas la firma está muy consolidados. «Siempre digo que los cocineros tienen Carmencita en casa, pero no en el restaurante, aunque pero espero que el próximo hito sea el aumento de distribución en el canal de distribución de la hostelería», manifiesta.
Todo lo cuenta Navarro, tercera generación de esta empresa familiar, en los ratos previos a que le entreguen el primer premio a una empresa centenaria del foro de las finanzas que se ha celebrado esta pasada semana en Feria Valencia.
“Cuando me llamó el conseller Vicent Soler no me podía creer que nos dieran un premio en Forinvest”, dice Navarro, humilde y sensible en su narración de cómo una “empresa de pueblo” se ha convertido en un indispensable para los cocinillas de media España.
Trabajan pimienta de Vietnam, el orégano de Bolivia, o la canela de Ceylán en pequeños tarros de vidrio que durante la pandemia vendieron con un crecimiento del 25%
¿La culpa? La pimienta de Vietnam, el orégano de Bolivia, o la canela de Ceylán que exportan y embotellan en pequeños tarros de vidrio y que durante el confinamiento por la pandemia les hizo crecer ventas en un 25%.
En esa explicación del “qué pasamos en 2020” que todos espetamos dos años después, Navarro recuerda que tuvieron que doblar turnos para atender la alta demanda. Era el momento del “no quedan levaduras” en el supermercado, uno de los productos que comercializan. En total, tienen 700 referencias alimentarias que desde este verano también venderán en EE.UU porque esperan abrir Carmencita USA, con sede en Miami.
“Este año estamos viviendo la tormenta perfecta del incremento de costes, en los transportes por ejemplo. Un contenedor costaba 2.000 euros antes y ha pasado a costar ahora 10.000 o 12.000 euros»
Jesús Navarro Presidente de Carmencita
«En 2019 había un equilibrio perfecto, pero ahora es totalmente contrario. Este año estamos viviendo la tormenta perfecta del incremento de costes, en los transportes por ejemplo un contenedor costaba 2.000 euros antes y ahora cuesta 10.000 o 12.000 euros», detalla. A su lado, el director financiero asiente, con la complicidad de quien, le dice día sí, día también, que hay ya «mucho stock».
Una empresa de Novelda
«El corredor mediterráneo es muy importante para Alicante»
En el libro del centenario de Carmencita se dice que «Novelda es el pueblo que siempre se levanta, un pueblo de luchadores y luchadoras donde el sueño de nuestros abuelos se hace realidad». De ese arraigo del que se enorgullecen se traduce su preocupación por el daño que la crisis de la construcción hizo en la economía local. «Somos una veintena de empresas de especies, pero no podemos asumir todo el daño que hizo a las empresas del mármol», explica Navarro. En ese crecimiento, opina Navarro que «el corredor mediterráneo es fundamental para el desarrollo de Alicante» y por eso trabajan porque Novelda tenga un puerto seco que de refuerzo al transporte de mercancías como las de su compañía.
FUENTE: LA VANGUARDIA