Cebolla

La cebolla deshidratada proporciona un sabor concentrado que combina con todo, por eso tiene un sabor que satisface al paladar más exigente. Combina bien sobre la carne, el pescado, la verdura, los sofritos tradicionales, los guisos, o las sopas.

La cebolla en polvo tiene un sabor dulce que cambia al combinarse perfectamente por su fina molienda con los alimentos. En la tortilla da el sabor justo sin necesidad de pelarla previamente ni de masticar su textura después.

La cebolla frita crujiente combina bien con cualquier idea de cocina: hamburguesas, sopas, ensaladas, perritos calientes, cremas, carnes y pescados, panes caseros… Su textura aporta un toque crujiente y su aroma es tan atrayente ¡que incluso se te antojará comerla directamente del bote!

La intensidad de su sabor potencia y contrasta con de cada uno de los ingredientes de tu plato.

Consejo para sacarle el máximo provecho a la cebolla:

Utilízalas como alternativa a la carne en la comida vegetariana, para sustituir al ajo en mezclas donde este sería demasiado fuerte, para mejorar el sabor de vegetales suaves como la coliflor, para dar un sabor mediterráneo combinada con hierbas, especias, sal y pimienta, para platos con huevo, cuando quieres evitar la textura de la cebolla pochada o para hacer una mezcla de condimentos en croquetas, rebozados o pollo.