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Paellero
Sal marina mediterránea
Es una realidad.
Al lado de una paella siempre hay un grupo de grandes amigos.
Y aunque en nuestros arroces nunca falta el Paellero Carmencita, somos conscientes de que esos amigos son el ingrediente clave. Ese ingrediente capaz de convertir un arroz en una paella.
¿Cómo lo consiguen? Con pequeños gestos. Con cosas sencillas. Cotidianas. Y no por eso menos valiosas.
Como esas risas que, entre cucharada y cucharada, se intercalan con alguna carcajada cuando alguien vuelve a contar aquella anécdota que siempre hace tanta gracia a todos.
Como esas nuevas escapadas que se empiezan a planear hasta que alguien interrumpe con otro chinchín con el que brindar por cualquier tontería.
Y como esas confidencias que se intercambian a lo largo de la mesa mientras se va acabando el arroz del plato y se va descorchando más vino.
Así es la paella. Un plato que fusiona el perfume del tomillo, el dorado del arroz y el sabor de nuestra tierra, a la vez que adereza cada cucharada con tantas buenas sensaciones.
«Por todas las paellas que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida, pero sobre todo, por las muchas que nos quedan por disfrutar con los nuestros».
euros
personas
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Baja
600 g de arroz
2 L de agua
6 gambas
150 g de atún
100 g de mejillones
Tomate rallado
100 g de aceite de oliva virgen extra
1 sobre de Paellero Carmencita
Molinillo Sal marina mediterránea Carmencita
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